Sigues y sigues aguantando a su lado y el tiempo pasa. Las manillas del reloj no perdonan. Los calendarios pasan sus hojas y las arrugas pintan tus expresiones para siempre.
Las mañanas son aburridas a su lado, pero por tu cabeza pasan ilusiones que al mirar tu realidad, mueren y quedan escondidas bajo el pesimismo.
Crees que hoy será distinto y que será un día mágico, como antes en los que él te daba el cariño que tanto anhelas. Pero esperas y esperas y no hay cambio aparente.
Un día más de los que no deseas vivir y un día más de los que no te gustará recordar.
Él no te valora.; no te ama; no te quiere; no te cuida, pero sigues ahí, a su lado esperando y creyendo que el amor volverá y que los días volverán a ser preciosos. Pero que triste es la esperanza. En la vida, los que esperan, desesperan y los que hacen, consiguen. No sigas esperando un tren que ya pasó. No, mejor ya no sigas.
Sal del dolor, no esperes más sus abrazos y sus besos. Son sólo esperanzas inútiles que no llenarán tu corazón de cosas buenas, sino de males y anhelos vacíos de doble filo.
Así no respiras y las noches se hacen eternas.
Así no sonríes y los días son pasados, no son vividos. Los pierdes.
Así, quien te dice amar, no lo puede hacer bien.
Él no es para ti. Libérate y cuídate.
Vete y deja que se arrepienta con el tiempo.
Sé esa Mujer que no deja de sonreír.
Esa mujer que el amor le sobra.
Esa mujer que se libera.
Fuente: Alvert Espinola