Cuando estás a gusto, cuando no quieres estar en otra parte, cuando tienes la sensibilidad elevada a la más alta potencia y sientes que la otra persona lo siente igual, no te hace falta hacer el pino puente o cualquier otra acrobacia de manual hindú. Estás conectado y nada hay que lo pueda superar.
Has descubierto la diferencia entre un simple polvo y hacer el amor y eso es, sencillamente, insuperable.
Cuando has conocido lo que significa amar cuerpo a cuerpo, cuesta mucho volver atrás. Tanto que uno se pregunta por qué debe esforzarse en bajar el nivel, en retroceder por decisión propia de la primera a la segunda división.
Fuente: El universo de lo sencillo