Cada vez que llegamos a una disyuntiva entre permanecer o partir, muchas veces experimentamos confusión y angustia porque tomar este tipo de decisiones nunca es sencillo. Lo natural es avanzar, siempre ir hacia adelante en todos los aspectos de nuestra vida, y si alguna vez nos encontramos en la historia equivocada, podemos y debemos partir.
Cuando dejamos algo, nos permitimos cambiar de dirección para empezar de nuevo cuantas veces sea necesario y re descubrir el mundo con una visión renovada. Es dejar las puertas abiertas al cambio, las oportunidades y al crecimiento.
Puedes dejar cualquier historia en la que no te encuentres a ti misma
Y sobre cualquier cosa, puedes dejar una historia en la que no te ames.
Puedes dejar un lugar que ha apagado tu luz
Lo mejor es estar en un lugar en el que puedas brillar cada vez más. Puedes recoger tus cosas y comenzar de nuevo.
Puedes dejar a alguien que amas si te trata mal
Y no es malo poner en primer lugar tus necesidades y retirarte cuando has tratado una y otra vez pero nada ha cambiado.
Puedes dejar amistades tóxicas
Puedes rodearte de amor, de personas que te inspiren y alienten a ser mejor.
Puedes perdonarte
Por los errores grandes y los pequeños. Puedes ser amable y amorosa contigo misma, para que puedas verte en el espejo y amarte tal como eres.
Fuente: Ok Chicas